En el centro de Psicoterapia EMDR-Madrid, aplicamos la terapia EMDR, basada en la estimulación bilateral de los hemisferios cerebrales y en los movimientos oculares, como base fundamental de las terapias psicológicas desarrolladas con nuestros clientes.
Uno de los pilares centrales de esta terapia es el entendimiento del «procesamiento de la información» por parte del cerebro. Nuestro cerebro está diseñado para procesar continuamente la información que recibimos del mundo exterior, integrándola en nuestras redes de memoria de manera que pueda ser recordada sin causarnos angustia. Sin embargo, cuando experimentamos eventos traumáticos, este proceso natural puede verse interrumpido, resultando en recuerdos que permanecen «congelados» en un estado emocional perturbador.
La terapia EMDR se muestra altamente eficaz en el tratamiento de experiencias traumáticas no procesadas adecuadamente. Estas experiencias no procesadas se pueden expresar en forma de miedo, angustia, tristeza, baja autoestima, de creencias del tipo: “Soy inferior”, “No soy suficiente”, “No soy digno de ser querido” o de miedos como miedo al rechazo o al abandono.
Mediante la utilización de movimientos oculares y la estimulación bilateral, facilitamos el reprocesamiento de dichas experiencias, permitiendo a los pacientes transformar recuerdos traumáticos en información adaptativa, para así mejorar la calidad de vida en el presente.
Soy Luis Fernando Rivas, licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid en 2006 y psicólogo especializado en la terapia EMDR.
Comencé mi formación en terapia EMDR con la asociación EMDR España en 2011, alcanzado el nivel de Clínico EMDR en el año 2016.
Mi formación y experiencia profesional me han mostrado como la terapia EMDR, es un tratamiento altamente eficaz para síntomas y trastornos relacionados con trauma, ansiedad, depresión y dependencias emocionales entre otros muchos diagnósticos, permitiendo a muchos más pacientes alcanzar un proceso de sanación y reparación mucho más completo y estable en el tiempo que con otro tipo de intervenciones.
La terapia EMDR es tan poderosa, porque esconde un trocito de todas y cada una de las orientaciones terapéuticas que podemos usar los psicólogos. En la clínica de Psicoterapia EMDR-Madrid tenemos formación en Orientación Cognitivo Conductual, Sistémica o Humanista entre otras. Es por ello, que damos un valor especial a la terapia EMDR como enfoque para aliviar la carga emocional asociada al trauma, la reestructuración cognitiva de nuestras creencias nucleares o la instalación de recursos y creencias positivas de nosotros mismos promoviendo un estado de salud psicológico duradero.
La terapia EMDR se basa en el modelo PAI (Modelo de Procesamiento Adaptativo de la información), donde la estimulación bilateral y los movimientos oculares facilitan la conexión con redes neuronales apropiadas, promoviendo la resolución adaptativa de experiencias traumáticas. Esto es crucial para el tratamiento eficaz del estrés postraumático y otros trastornos relacionados como trastornos de ansiedad o traumas relacionales.
A través de la terapia EMDR, abordamos tanto traumas “T” como “t”, apoyando a los pacientes en la reparación de sus heridas emocionales.
Cuando le pedimos a un cliente que se concentre en un recuerdo, lo que sucede es que establecemos un vínculo entre la conciencia actual y el sitio donde la información traumática está almacenada en el cerebro, que denominamos la red-neural traumática. A esta doble atención del paciente al presente y al pasado que debe realizar el paciente mientras se trabaja con terapia EMDR, se denomina atención dual. La atención dual es fundamental para que se dé la sanación, al permitir integrar la memoria traumática, propia del estrés postraumático, con una memoria adaptativa.
La estimulación bilateral es el núcleo de la Terapia EMDR, y puede emplearse a través de movimientos oculares, sonidos o toques táctiles. El terapeuta guiará al paciente para mover sus ojos de un lado a otro siguiendo un patrón específico, o utilizará alternativamente sonidos que se emiten en uno y otro oído, o toques suaves en las manos o rodillas del paciente. Esta estimulación activa ambos hemisferios cerebrales, facilitando el procesamiento de recuerdos traumáticos.
A lo largo de la terapia, los pacientes son guiados para enfocarse en recuerdos específicos mientras experimentan la estimulación bilateral. Este proceso permite que las emociones dolorosas y las creencias negativas asociadas a los recuerdos traumáticos sean desensibilizadas y reestructuradas. A medida que los recuerdos son procesados, las creencias negativas (p.ej., «Soy débil») se transforman en positivas (p.ej., «Soy resiliente»), permitiendo a los pacientes adoptar una nueva perspectiva sobre ellos mismos y su experiencia.
La estimulación bilateral, inherente a la Terapia EMDR, activa ambos hemisferios del cerebro, promoviendo la integración hemisférica. Los hemisferios cerebrales tienen funciones distintas pero complementarias en el procesamiento de la información; mientras el hemisferio izquierdo está más orientado hacia el lenguaje, la lógica y el razonamiento, el derecho se ocupa de las emociones, la creatividad y las sensaciones corporales. La activación de ambos hemisferios facilita una «conversación» más completa entre las diferentes partes del cerebro, permitiendo un procesamiento más integral de los recuerdos traumáticos.
Los movimientos oculares desempeñan un papel crucial en la Terapia EMDR, facilitando la activación de los mecanismos naturales de procesamiento de información del cerebro. La estimulación bilateral, a través de los movimientos oculares dirigidos, permite que el cerebro acceda a recuerdos traumáticos de una forma estructurada y controlada, promoviendo la desensibilización de las emociones perturbadoras y permitiendo que estos recuerdos se integren de forma saludable en la psique del paciente. Este proceso no solo reduce la angustia asociada a los recuerdos traumáticos, sino que también ayuda a formular nuevas creencias positivas sobre uno mismo y el mundo.